viernes, 23 de mayo de 2008

MUERTE CIBERNÉTICA

Como algunos de vosotros sabréis, llevo ya unos cuantos meses sin ordenador; bueno, estoy usando un portátil del año de la tos que va lentísimo, así que como si no lo tuviera porque los programas que uso yo, no van.

Pues el otro día me decidí a llevar mi portátil de verdad a una tienda a ver si lo podían arreglar. La avería es simple, pero debe de llevar su trabajo: la pieza interna donde se conecta el cable de alimentación está suelta. Vamos, que la tengo en una bolsita.

Yo sé que esto es complicado o caro (siendo caro me da igual lo difícil que sea de arreglar, que lo que importa es la pela), pero la reacción del técnico, sus compañeros, las dependientas y hasta de uno que pasaba por allí es algo que tampoco me esperaba. Tampoco me sorprendió.

Cuando les digo en qué consiste la avería, el técnico y su ayudante ponen cara de ¿en serio me estás diciendo esto? y, sin perder un segundo, dicho ayudante llama a otro más joven. Vi claramente que les hacía falta su inapreciable ayuda, ya que la risa de dos personas no es suficiente cuando pasa algo de este calibre.

Pero igual no les bastó o es que fue casualidad, pero también aparecieron por allí las dos dependientas de la tienda ya con una media sonrisilla en la boca que decía que ni los buitres acuden tan rápido a sus presas.

Pero bueno, yo viendo que mi pobre portátil dormía plácidamente no me cabreé, al contrario: me pareció bastante gracioso estar a a estas alturas y sorprender a un técnico y su plantilla con algo como aquello.

Así que, con todo mi cariño y amabilidad, pido a cualquier persona lo suficientemente generosa que, si le sobra por ahí un ordenador (portátil a poder ser), que me lo envíe. Si puede ser un Apple, mejor, pero que se abstengan aquellos que tengan menos de 1Gb de memoria RAM, 250Gb de disco duro, pantalla panorámica, etc. No pido mucho.

Yo pago los portes, faltaba más.

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