jueves, 31 de diciembre de 2009

QUIZÁ

Dejo que mueran las horas que no he pasado contigo y anhelo sin esperanzas que vuelvan en forma de otras. El aire que respiramos, ése que es siempre el mismo, nos distancia al uno del otro y separa nuestras miradas. Si me acerco, tú te alejas; si te acercas, me quedo quieto.

No te muevas, que me partes; no te atrevas, que me muero.

Las manos que nunca he tocado y que apoyas en la mesa me llaman desde lo lejos intentando tenerme cerca pero yo, que desconfío de las miradas que me ciegan, le pregunto al viento hacia dónde sopla tu deseo y me contesta con desgana que siempre sólo al viento.

Me derrumbo.

Entre escombros que pueblan mis interiores y los restos de alguna guerra, las ilusiones que han quedado agonizan en desechos y miseria. Mi boca se abre pero hay silencio por respuesta entre pesadas lágrimas que descosen mi entereza. A través del pánico, el asombro deja paso a la belleza. Pero el miedo siempre puede y las palabras quedan inertes antes de salir despedidas y cumplir con su tarea.

La boca está muda; el silencio es quien reina.

Quizá sea mañana el momento que esperaba escondido entre ilusiones y delirios de grandeza en que únicamente se fundan deseo, pasión y alma. Quizá...

Quizá no te diga nada.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

SANGRE Y LUZ: LUZ

"Estoy vivo.

El tiempo parece haberse detenido y navego en un mar denso y oscuro.

Al abrir los ojos de repente, el cerebro me grita que escape de la luz. Aún así, la punzada me atraviesa y quedo inmóvil. La confusión empieza a gestar ideas extrañas, pero antes de que me asalten sus dudas, levanto los párpados y dejo que la luz me ciegue de nuevo.

Poco a poco, el mundo se crea a mi alrededor, inexistente antes de que lo descubra mi mirada. La claridad, sin embargo, no me permite ver aún, pero las formas se definen cada vez más. Empiezo a reconocer el lugar en el que me encuentro: miro al suelo aún cubierto de sangre. A mi lado, inmóvil, se descompone lo poco que queda ya de aquél ser insaciable que había deformado mi vida, que me dejaba vacío y seco por dentro y cada noche me devoraba un poco más. Queda poco más que hueso, mientras que su piel oscura y su carne sirven de pasto a unas criaturas extrañas. Esos pequeños seres lo devoran sin detenerse un sólo segundo para respirar. Al mirarlos, la sensación de saber que solamente viven para ese cometido me recorre como un escalofrío.

Noto ahora cómo todavía sangran las heridas de los dientes de esa abominación; pero no es sangre, es el veneno púrpura y corrosivo que aún deambula infiltrado por mi cuerpo. Lo siento dentro de mí y el dolor sigue presente mientras éste recorre mis venas y desgarra lo que puede.

Ahora, sin embargo, no retuerzo la cara de dolor ni derramo más lágrimas; el odio por el origen de esa cosa me mantiene activo y en busca de aquello que lo exterminará totalmente. Ha muerto aquí a mi lado, contaminada por la luz que me empezaba a poseer, pero la oscuridad siempre renace. Sé que volverá.

Cuando regrese, sin embargo, estaré dispuesto a incendiarme en su presencia, a convertirme en su peor cazador y hacer de él mi presa, con los ojos inyectados en esta luz que ilumina el mundo y lo baña de tranquilidad."

EL LOCO DE LA COLINA

Dos fotillos de ayer. Me fui a la montaña (bueno, aquello no llega a montaña...) y desde allí tenía una vista bastante buena de Alicante, San Juan, El Campello (creo) y hasta el faro de Santa Pola por el otro lado. Saqué un montón de fotografías para ver si puedo hacer una especie de macrofoto de la zona. Aunque creo que alguna no me valdrá, pero bueno...

Por lo menos saqué algunas fotos que no están mal, entre ellas las dos que pongo hoy aquí. Mañana, más.

domingo, 27 de diciembre de 2009

FICCION Y NOCHES VIEJAS

La belleza se presenta sutil pero llamativa y el color de las luces de la sala se vuelve más intenso. Los ojos que no anhelan más miradas se cruzan en el camino del interesado y la emoción se concentra y revienta incontrolada. Las miradas, perdidas en mares de iguales colores, se cruzan y arde el aire. Los dolores, las penas, siempre presentes, se aparecen, estorban, gritan y destrozan lo que encuentran a su paso entre dos almas que no se conocen pero, a pesar del mundo, se buscan.

Sea verdad o ilusión, las miradas se pierden entre un sonido ensordecedor que no deja lugar sino a palabras dulces que enmascaran intenciones de sonrisa oculta y orgullo injustificado. El olor agradable de la espera cumplida se pudre y envenena las intenciones más sinceras. Sin querer, la belleza se aparta.

Mis pupilas esperan entristecidas la mirada de un destino que no se cumplirá; se contraen al sentirse rechazadas. En los ojos de los dos, el olvido se formula como solución definitiva. La belleza se esconde y el amor desaparece convertido en desesperación y arremete contra todo lo posible. Se cierran los ojos ante la imposibilidad y se niegan al azar imprevisto. La dulzura de esos ojos se esconde en la posibilidad del rechazo.

Imparable persevera la importancia de lo auténtico, pero siento que caduco y que me quemo aún más por dentro. Retorcido, estrangulado, sólo sufro mis recuerdos; aparezca o no aparezca, la belleza es lo que quiero. Y, si sangro algo oscuro, algo que no puedo llevar dentro, es porque vivo lo que no puedo y no puedo sentir lo que vivo.

Desgajado y sin sentido, mi angustia me deja ciego. No puedo mirar a los ojos que me llevan lo más lejos de mi ser, que me invitan a ser uno, que me dejan descansar. Los contemplo y aún me asombro de su belleza.

Moriré si hace falta o viviré lo que me pidan; esta noche soñaré la belleza que no he alcanzado una vez más y, así, seré lo infeliz que requiera mi vida. Aunque el hambre podrá con todo y alzará mi vista al cielo: si la belleza será mía, míos serán los mejores recuerdos.

viernes, 18 de diciembre de 2009

EL DESTINO

Hace un par de días hablaba con un amigo y compañero de trabajo sobre el destino. Me decía que algo que puede suceder (para no ser nada concreto) es cosa del destino. Y eso me hizo pensar en bastantes cosas. Hace tiempo sí que creía en el destino como se suele entender, pero desde hace unos años, no muchos, mi concepto ha cambiado radicalmente. No creo que nadie esté predestinado a ser tal o cual cosa, a que le ocurra algo o todo lo contrario.

A mí me convence más la idea de la "ley de la atracción". Esta teoría dice que puedes conseguir lo que quieras por medio del pensamiento. Eso, así de entrada, puede sonar bastante disparatado para muchas personas, pero todo depende de la escala que se enfoque. Yo he probado y creo que sí que tiene algo de verdad esta ley, aunque no sé en qué medida. Por ahora no soy rico, ni me persiguen las mujeres ni nada por el estilo; sí que he visto cambios más o menos pequeños en la vida diaria, pero eso ya es otra cosa.

Entre mis ideas y pensamientos contemplativos relaciono la ley de la atracción con la empatía. Si la ley de la atracción dice que hay que desear algo, yo lo veo de una forma más abstracta: no hay que desear algo concreto, sino una sensación de tranquilidad y armonía lo más completas posible. Así, si cada vez que se habla con alguien se intenta que haya esa armonía, los resultados de la conversación seguro que serán mucho mejores y, dado el caso, incluso evitar discusiones. Además, cuando se trata a la gente, ésta suele responder del mismo modo; es solamente un ejemplo.

En resumen, si se intenta hacer lo mejor posible en todo aquello en lo que intervengas (independientemente de las consecuencias) queda dentro una sensación de tranquilidad que se puede contagiar a otras personas, como pasa con la risa. Así, según la ley de la atracción, cada vez se atraerían más "cosas" positivas y menos negativas y cada vez más rápido. Claro que puede ocurrir lo contrario, todo depende de en qué cosas se centre uno, y ahí está el poder del pensamiento que debería cambiar el destino y deshacer esa inevitabilidad.

Al final llegaremos a un sólo punto, el mismo para todos, eso sí; el camino hasta entonces puede cambiar simplemente con quererlo de verdad y aceptar que eso es lo importante porque es lo que se siente.

domingo, 13 de diciembre de 2009

UN SEGUNDO DE UNA NOCHE

Al final de la sala, a pesar de estar abarrotada, entre la multitud sólo había una mirada. Todos los ojos y las intenciones se habían apagado y creaban un impulso irresistible de concentrar el mundo en aquellos únicos ojos que brillaban al fondo de la habitación.

Sin saber bien qué pensar y sin siquiera pensar nada, las sensaciones comenzaron a fluir y aparecieron sentimientos que corrían desbocados, removiendo todo su interior hasta el rincón más oscuro. El calor que le llegaba en ese cruce de miradas era tan reconfortante, a pesar de la distancia entre ellos...

El cerebro entró en un estado de actividad frenética y las preguntas aparecían a una velocidad vertiginosa, dejando apenas tiempo para tener consciencia de las mismas. La primera, la que desdató la tormenta, fue tan simple como peligrosa: ¿Me querrá?. Sus sentimientos se comenzaron a agitar.

La mirada era tan reveladora, tan pura, que no podría esconder secreos y que, en caso de albergarlos, serían de lo más precioso que pudiese encontrar. Sin embargo, por mucho que se sumergía en aquellos mares de marrón intenso, la única sensación que persistía era la que acompañaba a un vago "quizá".

Ciego y sumido en una tremenda lucha interior, su mirada se escapaba más y más, quedando perdido en aquellas atrayentes pupilas. Las ideas volaron y se perdieron, girando entorno al único sentimiento del que era capaz. La mirada era para él; la quería.

Cuanto más lo pensaba, cuanto mayor era la insistencia en averiguar lo que pasaba en su interior, en por qué parecía que su vida había cambiado por esos ojos distantes, mayor era la locura que ya había empezado a poblar sus ideas. La velocidad a la que surgían amenazantes las cuestiones aumentaba y el entorno se volvía menos reconocible; las imágenes cambiaban de color, se volvían dolorosas y de un brillo intenso. Todos los pensamientos deambulaban impotentes por un gris agobiante, ralentizándose más y más al enredarse entre ellos. Al final, la locura conseguía absorverlos y hacerlos desaparecer.

Todo lo que veía quedaba ahora nublado, tan desenfocado que desaparecía lentamente. Pero la intensidad de la mirada seguía allí invitándole a su compañía. La quería. Intentó levantarse para ir hacia aquél lugar pero, en el momento de hacerlo, su corazón sufrió un tremendo encogimiento que lo dejó sin respiración. ¡No te muevas!, gritó alguien en su interior.

De repente, un aluvión de críticas le golpeó con violencia dejándolo impotente ante todo, convencido de que estaba equivocado en lo más profundo de su ser. La locura se cebaba con las pocas ideas sanas que escapaban al apetito de autodestrucción. El tiempo se congeló.

Pendiente sólo de aquellos ojos, empezó a notar cómo la mirada se apagaba, cómo dejaba de sentir aquella agradable calidez que le hacía estar en paz. Poco a poco, todo el camino recorrido por los ojos de los dos quedó congelado y vacío.

En un último esfuerzo por hablar, por hacer que aquella mirada fuera suya, él cogió sus cosas y se marchó, mordiéndose la lengua y estrangulando el corazón. Seguro que, al fin y al cabo, esos ojos no eran para él; nunca lo eran.

Pero la quería.

lunes, 7 de diciembre de 2009

SIEMPRE

Y, ¿si el tiempo no existiera? Si antes y después fuesen una misma realidad; si nos deslizásemos lentamente en una sóla dirección, mientras vemos mil y un millones de cambios imprevistos; si el Sol no acabase nunca de salir y la Luna nunca se hubiese ido del todo; si el agua ascendiese al mismo ritmo que cae; si el mañana sólo fuese únicamente otro ayer pintado de distintos colores, ¿qué pasaría?

Y, ¿si nunca existiera el siempre, si en todo momento fuese ahora y nunca? Si la división entre uno y otro fuese nula e inabarcable, invisible pero imposible de contener; si el aire fuese la extensión de nosotros dos, si nunca perdiésemos el contacto; si las miradas se concentrasen en una sóla y cierta, ciega a lo que no le imcumbe, ausente del mundo que la rodea, pero concentrada en todas las cosas. Si tú y yo no fuésemos más que un único algo... ¿qué pasaría?

Y, ¿si me despido para siempre?

Nunca existirá ese siempre, disfrazado de ahora persistente, devorado inútilmente por la ilusión de un efímero pasado que nunca dejará de estar presente.

domingo, 6 de diciembre de 2009

HORMIGAS SALIDAS

Ayer estuve viendo una película "curiosa": Brüno. No sé por qué, me esperaba otro tipo de película (no en cuanto al contenido, claro, sino a la forma de hacerla), pero resultó que Brüno es más o menos lo mismo que fue Borat, pero a lo bestia esta vez. Si en la película que hacía de kazajo, el actor (Sacha Baron Cohen) insultaba en sus narices a gentes representativas de la sociedad estadounidense, en Brüno ya parece quele dé igual la vida misma y se va a entrevistar a un líder terrorista en oriente medio y le suelta que Osama debería quitarse la barba porque parece un Santa Claus sucio. Yo me quedé a cuadros un par de veces, la verdad.

El caso es que me gustó y me reí bastante en algunas partes. La duda tremenda me entró al rato, buscando entrevistas del actor en Youtube, cuando me lo encontré (a Brüno) en una de El Hormiguero, un programa que siempre estaré condenado a no saber a qué público va dirigido. Igual hay quienes no entiendan a qué me refiero, pero creo que quien vea el programa alguna vez (o a menudo, da igual), lo sabrá.

Si este espacio de televisión es para adultos: a) hacen muchas gracias muy infantiles; b) ¿qué pintan dos hormigas de peluche que hacen canciones para niños?; c) ¿por qué cantan la canción esa del final?; d) ¿por qué Flippy parece imbécil? Así podría seguir un rato.

Ahora, que si es para niños en realidad, con lo que vi ayer deberían de tener problemas. Invitaron al personaje de Brüno que (entre otras cosas) se pone a jugar con el pene en un momento de la película y le hace una felación a uno de los Milli Vanilli ()Rob Pilatus, que murió en 1998 de sobredosis) a través de un medium; tengo que decir que ese momento de la película es para alucinarpensando lo que pasaríaporl a cabeza al pobre medium. Invitan a este personaje para hablar de todo esto, para tener a un supuesto iconazo gay, pero ¿el programa no era para niños?

Yo no soy nada imparcial porque Pablo Motos me caía ya mal en su programa de radio y, la verdad, es que veo reflejado ese tipo de tonterías ahora en la televisión. De todas formas, os dejo el trailer, para que cada uno juzgue si es oportuno invitar a este tipo de personajes (que anda que no se los trabaja el actor) a un programa infantil o "pseudoinfantil".



Sigo sin entender a quién se dirige El Hormiguero.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

"EL HORROR EN LA LITERATURA"

Hace algún tiempo me dijo una amiga que lo que escribo era muy deprimente. La verdad es que me sorprendió, no me lo esperaba. Pero después de pensarlo un poco sí que vi que todo es muy oscuro y siempre está la muerte presente. Si todo lo que escribo es de muerte y sufrimiento, es normal que se interprete así. También me suele pasar que no me entiendan del todo cuando digo algo.

El caso es que no me esperaba esta contestación porque yo no lo veo tan deprimente. Sí que es bastante oscuro casi todo lo que escribo y hay sangre, dolor y sufrimiento, y es intencionado porque se me da mejor crear estos ambientes. Pero, que aparezcan el dolor y la muerte también tiene una razón, y no es muy tétrica.

A mí siempre me ha atraído bastante el concepto de la muerte, principalmente porque da para imaginar muchísimas cosas. Tampoco creo que sea algo raro ya que muchos libros religiosos (Biblia, Libro de los muertos tibetano, etc.) se centran en la muerte. Cristo muere en la cruz, Caín mata a Abel y demás incidentes curiosos. El libro de los muertos tibetano es una guía que describe los estados del ser y concretamente lo que le ocurre al morir, por qué estados pasa y cómo se le debe guiar desde el mundo vivo para que no encuentre problemas en su viaje.

En estos términos, la muerte se trata más como a la carta del tarot, como a un cambio y renovación, dejando atrás todo lo inservible, lo antiguo, y que debe quedar atrás; es una oportunidad de redención o iluminación. Además, para los budistas la vida de este mundo, de los sentidos, era una vida de sufrimiento que hay que dejar atrás para llegar a esa iluminación. Para el cristianismo actual, el de la Iglesia, es sometimiento a la voluntad divina para morir y ser perdonados y, sólo entonces, acceder al paraíso, la ausencia de sufrimientos.

Bueno, pues aunque me haya enrollado un poco, ése sentido es el que me gustaría trasmitir con las cosas mas retorcidas que puedo escribir. Detrás de todo el dolor hay únicamente intento de superación y de aprender; la muerte es el final y el principio al mismo tiempo.

Según los mayas, en 2012 sucederá algo parecido; no sería un fin del mundo físico, sino de un modo más sutil. Eso es mi opinión.

En fin, me apetecía escribir esto porque igual ahora es más fácil que si alguien se pasa por el blog, entienda un poco mejor lo que digo :P

(Por cierto, he plagiado el título de la entrada; ¿alguien sabe de quién es?).