viernes, 12 de febrero de 2016

RÁPIDO

"Cuando se vieron por primera vez, todo ocurrió muy rápido; tanto que las miradas se convirtieron en caricias que derivaron en besos. Tantos besos que acabaron en palabras desde el centro de un solo corazón.

Cuando se conocieron, todo ocurrió tan rápido, pero tanto, que cuando quisieron darse cuenta ya andaban separados, olvidados para siempre de lo fue ser simplemente uno en lugar de simplemente dos."

viernes, 5 de febrero de 2016

PHANTOM PAIN

"Las luces se apagan esta noche. Poco a poco, pulso a pulso, el brillo pierde intensidad y se mezcla en una inmensidad que todavía se sigue sin explorar. 'This is the end', dice la canción, mientras todos nos quedamos con la vista fija en lo eterno.

La negrura, paso a paso, se abre camino entre un mundo que se poblaba de luces no mucho tiempo atrás. Y esto cambiará, o al menos así es la esperanza. Esto acabará siendo otra cosa aunque 'you still feel the pain'. Pero no te preocupes, que al final la noche brotará en ese fin tan predecible de un bocado de día. Acabará así y todos miraremos a lo alto con el anhelo de algo nuevo. Saldrá el sol y saldrán las estrellas, y un coro de otros tonos que nos transporten desde donde no debemos estar.

'This is the end', y todo a compás. Notas que se suceden en un vacío de luces trepidantes que se estremecen hasta lo eterno, hasta un infinito manchado de la más negra oscuridad, impregnado de ese tinte que no deja olvidar pero que, sin embargo, acaba por borrar lo indescriptible.

Nunca entenderán lo que sentimos en ese momento; nadie hablará de lo que pasamos y todo se desvanecerá en el viento. Ahora es todo eso... Sentimientos que se funden en un infinito relegado a la espera de algo mejor. Todo y nada más, todo junto y bien revuelto, como una melodía incomprensible que estremece los oídos hasta que se hace por fin comprender. Y ahí estaremos, en el final de esa cola de segundos que soportan sonidos que salen de dios sabe dónde, como héroes de otros mundos que se yerguen valientes ante lo desconocido.

Este es el fin. Y así nos sentimos, como acabados ante una idea que no cuajará por mucho que se intente. Esta vida líquida, que se traga y se escupe según el momento, que se anhela y se desprecia cuando conviene, ahora se convierte en más de lo que esperábamos, en más de lo mismo, 'when it expires', y así eternamente contenida en un suspiro.

Ahora que te levantas frente a un paisaje en blanco y negro que solamente abarca la ciudad, puedo oír muy cerca tras de mí a la multitud que brama por la falta de comprensión, por sabernos tan uno sólo que ahora es extraño que nos hayamos dividido en dos. 'Oh, just like you and me', y 'you are more than fire, but this is the end when it expires and suffocates'.

Y es que sí, la noche se empieza a alargar cuando esto es el fin. Un final persistente aunque anunciado, no querido y tanto tiempo contemplado... Escucha cómo grita el mundo; ¿o sólo lo oigo yo? 

'Oh, just like you and me... 
  You are more than fire.

Más quisiera yo creer esas palabras... Pero ahora toca dormir los sentidos en una noche tan eterna como inesperado sea el siguiente despertar. Ahora los brillos de las luces titilantes se diluirán en notas nunca antes oídas, en experiencias tan nuevas como deseadas, en momentos que nunca antes se pudieron vivir y que nunca jamás se podrá.

Y así, lo único queda guardado en un rincón precioso de lo más profundo de un desalmado corazón...

'...just like you and me.' "

martes, 2 de febrero de 2016

CUANDO ATACARON

"Cuando los demonios te atacaron, yo estaba allí. Estaba, pero si acaso algo distante, inmerso en una separación por sorpresa que no supe interpretar.

Cuando los demonios te atacaron, vi esa mirada, siempre sonriente, convertirse en la boca de un pozo tan profundo... Vi cómo el tiempo se distorsionaba, cómo la ilusión de algo nuevo ya no era suficiente; es más, fui testigo privilegiado del hundimiento de todo aquel mundo nuevo que se intentaba alzar.

Cuando los demonios te atacaron, miré hacia el sol para verlo ponerse en un cielo oscuro que, por el momento, anunciaba el cese de su brillo y la zambullida inevitable en unos resquicios que crecerían hasta convertirse en la noche más profunda, en la más absoluta oscuridad.

Cuando los demonios te atacaron, yo estaba tan presente que había perdido el norte de una realidad solitaria y olvidada, centrada en el descubrimiento de lo más profundo. Quizá por eso, cuando todos esos monstruos se abalanzaron sobre ti, yo no estaba preparado para entenderlo. Quizá por eso, cuando ya amenazaba con sus dientes en tu garganta, no supe entender que necesitabas un héroe que no estaba allí.

Cuando los demonios te atacaron, tus ojos palidecieron y mi tiempo de acabó. Se acabaron los atardeceres, las nubes de colores, los segundos eternos de una conversación... Se acabaron tantas cosas cuando los demonios se hicieron sobre ti...

Y ahora que el tiempo ha pasado, que el cielo continúa nublado aunque lo oscuro ya pasó, ahora que los ojos brillan aunque intenten ocultarlo, ahora... Ahora es demasiado tarde.

Ahora el tiempo fluye cada vez más lento, o más deprisa, ya es imposible saberlo. Ahora las calles se extienden interminables cuando pretendo llegar a algún lugar. Se abren caminos e hilos de pensamiento que desmontan la realidad para volverla a interpretar dentro, a oscuras, en un mundo que cambia cada día más.

Ahora que los coches blancos parecen solamente ambulancias, transportes indolentes ante lo que llevan dentro, se transforman los días por momentos en cuanto se espera llegar a... A nadie, al fin y al cabo sólo es eso.

Ahora que las horas tienen más minutos de lo debido, el héroe aquél que no apareció decide dejarse mostrar, de repente, escudo en vilo, dispuesto a proteger lo que más quiso. Si llegó tarde, hay enmienda.

Ahora, sin embargo, que las telas están rasgadas, que pasó el momento de luchar a capa y espada por el sentido de la vida, se hace mucho más complicado resistir las cornadas de esos demonios insaciables que se cebaron con la mirada de un destino que no se acabó de concretar. Y tan deseado...

Ahora, la malla ya no protege el pecho y el corazón abandona su rincón, herido y sangrante desde lo más hondo, desde un pasado que se hace cada día mucho más anterior. Tampoco sirve el casco, ese adorno inútil que impide que se deforme lo existente, que ningún golpe haga mella o infecte de pensamiento extraño; si bien hacia afuera todo fluye, se aleja, abandona lo acostumbrado y, al final, se extingue.

Ahora, que los demonios ya te atacaron e intenté salvarte, no puedo más. No, porque el tiempo se tranquiliza y el aire se respira ligero; pero al llegar el instante de enfrentar esa batalla, todo se vuelve mucho más intenso y, sin poder evitarlo, un pasado querido y extrañado, sentido hasta no poder demostrarlo, se adueña de la esencia del presente y el tiempo se vuele raro.

Ahora que la armadura es de la talla, que el escudo acompaña y no falta una espada entre los dientes, ahora se nota la lejanía, el no saber qué hacer o qué decir por perderse el mensaje en la distancia; que no es tiempo. Ahora, que ansío enfrentarme a los monstruos de primera mano, ha pasado el momento y, así, se ha ralentizado todo instante que se pudiera vivir.

Cuando los demonios te atacaron, yo estaba presente, lo recordaré de por vida, como haré con aquel momento precioso en que solamente existió una playa, una roca, una mirada al mar y suave el movimiento de la brisa.

Ahora, el tiempo se ha hecho corto y la noche ya está cerca. Me despido hasta otro día en que espero encontrarte sin demonios, sin cargas, sin la noche que da vida a las pesadillas; espero encontrarte pronto, perdida en aquella sonrisa, tan alegre como siempre...

Espero encontrarte pronto, o de nuevo, porque al final la vida es la vida. 

Adiós."